29/09/2021 MADRID LAS VENTAS. Toros de Victorino Martín, desiguales de presentación y diverso juego., impresentables los tres primeros y para el postre con trapío los tres últimos.
Vuelve el de las Tiesas a Las Ventas y como se dijo hace tiempo «Victorino no le eches agua al vino» Él sabrá lo que hace, pero se han olvidado aquellos toros de D. Victorino Martín Andrés que llenaban plazas.
López Chaves. De corinto y oro, pinchazo, estocada corta tendida, Silencio. Dos pinchazos y media estocada, silencio
Alberto Lamelas. De lila y oro, estocada corta, un aviso, ovación, Bajonazo, un aviso ovación.
J.E.Colombo. De azul marino y oro, estocada corta, palmas. Media caída y un descabello, un aviso silencio.
Abrió plaza López Chaves con un vitorino de poca presencia, pero con la virtud de meter la cara humillando, había flojeado antes y después de salir del caballo, pero el de Ledesma no le vio el sitio, estuvo anodino, trasteando y sin claridad. Al que hizo cuarto, José Bernal, lo mató en el caballo con una vara larguísima haciendo la carioca, mermó mucho las fuerzas del toro y todo quedó en un intento.
Lamelas, enlotó dos toros encastados y como si fuera un novillero nobel, los recibió a portagayola. el que hizo quinto le apretó mucho en la puerta de chiqueros, pero con arrojo y veteranía dominó al enemigo, sonó un ovación y le obligaron a desmonterarse. Dos fanas simétricas de perfecta colocación, siempre cruzado y procurando el temple, para lograr muletazos de buena traza. Faltó algo de continuidad y la espada en ambos toros privó el redondear el triunfo.
El venezolano Colombo tuvo un lote, para salir de Las Ventas con algún contrato más. Se embarulló en banderillas, no se ajustó en ningún momento, trallazos, enganchones fuera de las distancias y así es muy difícil llegar a los tendidos. Lo mejor lo hizo el picador de su cuadrilla Isrrael Depedro en el sexto. cogiendo al toro de largo en las dos arrancadas.
La lluvia, la bisoñez de los novilleros y la desgana de algunos toreros, ha deslucido el primer tercio de la feria pero si aplicamos el dicho de que los hijos de los gitanos nunca quisieron principios buenos, ojala que los otros dos tercios restantes cojan vuelo.