SE CERRÓ LA ISIDRADA

1670672019.  Madrid, las Ventas. Corrida extraordinria de La Prensa. Lleno. 

Toros de SANTIAGO DOMECQ. desiguales de presentación y juego

EL FANDI. Estocada corta atravesada. División. Estocada tendida. Silencio. Dos pinchazos y estocada corta. Saludos 

LÓPEZ SIMÓN. Metisaca en los bajos y estocada trasera. Un aviso. División. Pinchazo y estocada. Silencio. 

PABLO AGUADO. Pinchazo, estocada trasera y cinco descabellos. Dos avisos Saludos. Cogido al entrar a matar pasó a la enfermería.

Ubérrima la tarde del cierre de San Isidro, hubo de todo, toros mansos, rajaos, flojos y con clase el que hizo sexto, que nos dejó con las ganas de ver a Aguado.

Un llenazo que vaticinaba algo grande y que no ocurrió, para cerrar una feria también ubérrima pero de la buena. Han pasado muchas cosas que analizaremos más adelante, pero el balance ha sido muy positivo.

La terna del cierre de feria, estaba  compuesta por un granadino, un madrileño y un sevillano, este último el expectable protagonista que había dejado el regusto de un toreo muy puro en su actuación del pasado 18 de Mayo y debió ser Aguado el que llenara la plaza, había conseguido el tirón de figura inédita en Madrid abalada por Sevilla y los que descartaron esta tarde del abono, hubieron de correr a recoger el billete que habían dejado.

Pero la tarde pintó en gris y las cosas no salieron, Aguado, el esperado, demostró su torería de salón, andando al toro, saliendo de la cara pinturero, erguido en los remates de tandas y nada más, de torear lo que se dice torear nada, despegado, toreando hacia afuera, aprovechando el viaje y exagerando las distancias. Para colmo fue cogido al entrar a matar y nos fumamos un toro más para Fandila.

El granadino tiene muy claro lo que sabe hacer y va y lo hace, un show como aquellos eslalon que le hicieron triunfar en el esquí, solo que aquí con un toro, carreras, giros y recortes, saltos y agradar a un público bullanguero, pero con la muleta en la mano es otro cantar. No es David un torero de sensaciones, es más bien práctico y busca el aplauso fácil, le da igual como sea el toro, manso, tardo, rebrincado etc. él le buscará las vueltas. Pero está claro que en Madrid se busca otro toreo.

Y nuestro paisano Alberto, enlotó dos toros para un toreo más como nos enseñó en otras ocasiones. Esta vez estuvo mal, sin acoplarse en ningún momento, toreando hacia afuera y acabar las faenas encimista ahogando al toro que ya estaba ahogado por su cuenta.

Esperaremos al patró en 2020. entre tanto nos quedan los domingos, Otoño y los inventos de D. Simón, este último no le ha salido mal.

Vicente Palmeiro

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