No cabe duda que el arraigo es el corazón de los pueblos. Ese arraigo atacado por grupos «progresistas», injertados en un gobierno de intereses plurales, cuya intención es acabar con la idiosincrasia adquirida de ancestrales costumbres de una España de tradiciones de amplísimo espectro cultural.
Pero los pueblos se hermanan a través de sus gentes, sin necesidad de los «consejos» de gobernantes transgresores y abrazan la cultura popular.
La matanza de un animal, criado desde tiempos ancestrales para la alimentación humana, hoy para algunos es un crimen, la pitanza compartida en un festejo hasta ahora popular, es una reunión de asesinos, la celebración del hecho con antiguas danzas cuya intención es solo hermanarse, hoy es un aquelarre demoníaco.
Pero somos mucho los que seguiremos hermanados en la cultura, la tradición y en la amistad de los pueblos.
Ayer una vez más, y no será la última, La Asociación Taurina Avanto de Santa María la Real de Nieva (Segovia) y la Peña Taurina Los Areneros (Madrid) se volvieron a abrazar en un festejo tradicional, compartieron mesa y mantel y disfrutaron de los tradicionales bailes del Grupo Folklórico «La Peana», en un día de cordial fraternidad.
Una jornada completa donde se volvieron a hermanar gente de diversidad de ideas, donde premió lo tradicional y se respetó la idealidad, finalizó como empezó, en fraternidad y tradición.
