El libro, escrito por Marcos García Ortiz, recoge en 460 páginas la trayectoria profesional de los seis miembros de esta dinastía torera
Por Redacción APLAUSOS Sábado 07 de diciembre de 2019
El libro “La dinastía Valencia. Grandeza y torería de la familia Roger”, escrito por Marcos García Ortiz y editado por la Unión de Bibliófilos Taurinos, fue presentado en Madrid este jueves. El acto contó con la asistencia de Victoriano Valencia, que acudió acompañado de su hija Paloma Cuevas y otros familiares y amigos, entre los que se encontraban José Ortega Cano y Morenito de Maracay.
Durante la presentación se proyectaron imágenes ilustrativas de la tauromaquia de cada uno de los integrantes y el autor realizó una semblanza biográfica de los miembros de esta dinastía que ha dado cuatro matadores de toros, un novillero y un banderillero, teniendo una presencia en los ruedos de casi un siglo.
El fundador de la dinastía, José Roger, figuró en la cuadrilla de Espartero y a sus órdenes actuaba la infausta tarde de su muerte en las astas del miureño Perdigón. Después figuró en las cuadrillas de Mazzantini, Vicente Pastor y Mazzantinito, pero una cornada en Alcalá de Henares acabó con su carrera.
Su hijo mayor, Valencia I, fue un torero largo que tuvo el honor de cortar el primer rabo en la historia de la plaza de Madrid al astado Vallehermoso, de Pablo Romero. Después tuvo importantes actuaciones puntuales pero su irregularidad le imposibilitó que alcanzara mayores vuelos.
Adalid del valor fue su hermano Valencia II. Los públicos enardecían con su toreo ceñido y con sus alardes valerosos que unidos a su desbordante personalidad compusieron una figura excepcional. Las numerosas cornadas que recibió no le imposibilitaron que alcanzara un puesto de privilegio en el escalafón y que toreara cada año un importante número de corridas.
Hijo de Valencia I fue Valencia III, que tuvo éxitos muy notables en plena posguerra, pero su cartel fue diluyéndose hasta desaparecer de los ruedos españoles. Tuvo un hijo que llegó a debutar con picadores pero poco después decidió abandonar la profesión.
La clase y el fino estilo de Victoriano Valencia le concedieron un marchamo de torero artista. Su toreo, asentado en un concepto clásico y una estética impecable, inmortalizó al novillo Carpeto y llegó a cuajar otras faenas memorables a lo largo de su trayectoria.
A la finalización del acto, Victoriano Valencia dedicó unas palabras a los asistentes y evocó con gran locuacidad algunas anécdotas de su familia y de su propia trayectoria taurina y recibió una llamada de Julio Iglesias y Miranda desde Miami felicitando a la familia por el homenaje recibido e interesándose por un ejemplar de la obra. Todo ello queda reflejado de manera pormenorizada en el libro, que cuenta con 460 páginas, numerosas fotografías y está editado por la UBT.