28/05/2019, Madrid. Las Ventas. Decimocuarta de abono, tres cuartos de entrada.
Novillos de LA QUINTA. En tipo, desiguales de comportamiento, encastados menos el cuarto.
ÁNGEL JIMÉNEZ . Bajonazo. Silencio, Dos pinchazos, media estocada tendida y desprendida. Silencio.
EL GALO. Estocada delantera y caída, estocada tendida. Pitos. Estocada tendida. Silencio.
FRANCISCO DE MANUEL . Pinchazo y estocada delantera. Saludos. Estocada desprendida. Saludos.
Volvió La quinta y lo hizo con un encierro suficiente para Madrid. Novillos con presencia y casta que pudieron con los novilleros, manso el cuarto y bravos los otros cinco, pelearon en el caballo donde sufrieron el maltrato de los montados, codiciosos en banderillas y con nobleza y chispa en la muleta.
Una terna de jóvenes donde solo Francisco de Manuel atesoraba más de veinte actuaciones, una vez más a probar suerte en Madrid esa suerte tan difícil de encontrar.
El lote del sevillano Jimenez, resulto áspero el que abrió plaza, al que maltrató Romero con una vara muy trasera, que además se pegó una voltereta a la salida del caballo, acusaría en la muleta tan desastroso trato y el que hizo cuarto manso de libro, huidizo que se repuchó en el caballo, se rajó a mitad de la faena.
El Galo, que se olvido tomar la pócima del Druida, fue un compendio de despropósitos, el que hizo segundo, un novillo bravo, que fue largo y presto al caballo, empujó con ganas, persiguió y puso en apuros a Lipi en banderillas y llegó a la muleta con tanto picante que desbordó al mejicano. El quinto que recibió un desastroso castigo, fue «banderilleado» por el matador, se aplicó en un tercio al estilo de chino torero, tres pares a cual peor y tres veces al olivo con apuros, y con la muleta una gran dosis de trapazos, trallazos, desarmes y después de la estocada al olivo otra vez.
Tan solo el madrileño puso notas de torería, tiene presencia y le acompaña una técnica que cuidada puede llevarle por el buen camino. Enlotó dos novillos similares de características en cuanto a picante y estuvo con firmeza, le faltó capacidad para meterlos en el canasto, aun así logró muletazos templados que arrancaron aplausos. Lo mejor lo hizo toreando a la verónica en el recibo de los dos novillos.