La bala es al corazón de la humanidad.

Por Rafael Camino Delgado

El presidente de la FTL, don Victorino Martín, ha dicho que “el animalismo es una bala al corazón de la España rural”, y es verdad, pero analizando detenidamente el tema podemos decir que, “el animalismo es una bala al corazón de la humanidad, disparada por una manada de ignorantes manejados por una banda de gánsteres que son los que dirigen, a nivel mundial, el fabuloso negocio del animalismo”.

Los principios del animalismo actual, cuyo grupo más representativo a nivel mundial es el PETA (People for the Ethical Treatment of Animal, o sea, Personal por el tratamiento Ético de los animales), considerado grupo terrorista en los Estados Unidos, son: «Los animales no son para comerlos, para vestirnos con su piel, para experimentar con ellos ni para servirnos de entretenimiento», y para apoyar estos principios, el PETA defiende la oposición a:

1) La cría intensiva de animales de granja.

2) La vivisección o los experimentos con animales.

3) La cría de animales para obtener su piel y los animales utilizados en espectáculos.

4) El exterminio de animales considerados una plaga, los maltratos y las peleas entre animales.

5) Es favorable al trato ético a los animales, debiendo ser tratados como iguales a los seres humanos.

En resumen, según los animalistas del PETA no podemos aprovecharnos de los animales o sus productos absolutamente para nada, por tanto, no podemos consumir la leche, los huevos de las aves, las pieles (lo dicen de forma explícita). No podemos atacar a las plagas que destruyen cosechas, que causan enfermedades tanto a humanos como a otros animales o plantas.

Llevar a la práctica todo lo que piden los animalistas tendría unas consecuencias catastróficas para la humanidad. Sin profundizar demasiado serían:

a) Desaparecerían los toros de lidia, y todos los animales domésticos que hoy existen, salvos gatos, perros y canarios, que quedarían como mascotas, ya que al no poder utilizarlos para obtener riqueza nos costaría mucho dinero su mantenimiento sin obtener beneficio alguno. El profesor don Fernando Savater decía hace poco, sobre este particular, en entrevista para el diario El País, que “el animalismo es una chaladura”, y que “el animal que no pueda ser mascota desaparecerá”.

b) Desaparecería toda la industria relacionada con la pesca y la caza.

c) Al no haber un control de los animales salvajes que se cazan estos se reproducirían de tal manera que arrasarían las cosechas (caso de los conejos, ciervos, etc.).

d) Al no poder combatir las plagas de insectos que atacan a las cosechas, a los humanos y a otros animales, aumentarían las enfermedades, que acabarían por hacer desparecer algunas especies y al mismo tiempo traería hambruna para los humanos, ya que los alimentos de la agricultura serían muy escasos debido a las plagas y a que los animales salvajes las arrasarían.

e) No se podría experimentar con animales y la Medicina sufriría un retraso de incalculables consecuencias.

f) Como resultado de todo ello la economía mundial sufriría unas pérdidas que llevarían al mundo a un desastre de magnitud inimaginable.

Por eso pensamos que llevar a cabo las propuestas de los animalistas ocasionaría una catástrofe de proporciones nunca antes vistas.

Catalogar el animalismo como “una chaladura”, incluso se nos queda corto. Solo pensarlo da risa, por lo disparatado de sus propuestas, pena, por lo trastornado que debe estar quien lo propone, y miedo, porque los animalistas son tan fanáticos, violentos y disponen de tanto dinero para comprar voluntades y para lo que haga falta, que si no se les frena enérgicamente pueden causar un daño irreparable a la humanidad, por eso decimos que es una bala al corazón de la humanidad.

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