24/05/2019. Madrid. Las Ventas,Undécima de abono. Lleno. Tarde ventosa que molestó a los matadores.
Toros de JUAN PEDRO DOMECQ y un sobrero de ALGARRA. Descastados y de escasa fuerza.
EL JULI . Pinchazo hondo y tres descabellos, Silencio. Dos pinchazos y bajonazo. Un aviso. Pitos.
PACO UREÑA. Pinchazo y estocada. Vuelta. Estocada caída. Un aviso. Una oreja.
DAVID DE MIRANDA. Pinchazo hondo. Silencio. Estocada desprendida. Dos orejas.
Si la corrida de Jandilla fue un desastre, a la de hoy le faltó poco para serlo. ,Despreciado, que hizo sexto salvó la tarde. Volvió el desastre de los picadores, para más emoción.
Terna con diversidad de estilos encabezada por D. Julián el poderoso, el murciano Paco Ureña y aquel chaval que la voltereta de Zamora, casi le deja en silla de ruedas.
No es Madrid plaza en la que apueste D. Julian, son escasas sus apariciones y escasos sus triunfos. Instalado en la juanpedritis y sus sucursales, ayer volvió a sucumbir y lo hizo con estrépito, a pesar que D. Trinidad, le regalara un toro para sustituir al lesionado durante la lidia, con la faena empezada.
Es difícil determinar que le pasa a Julián en Madrid, ¿Será la influencia de la cercana M-30? Porque todos sus triunfos se dan lejos de esta vía madrileña.
La realidad es que no estuvo y lo que hizo fue sin ganas, trapazos, alivios y falló hasta el julipié.
El murciano volvió a demostrar su forma de ver esto, aunque sea con un solo ojo y tiró de oficio con dos moruchos, en el inicio no parecía que la cosa fuera a más pero Ureña mete al toro con la derecha y aparece la verdad, se va ala zurda y baja la mano y el juampedro arrastra el hocico. Al que hizo quinto, de características similares le aplicó la misma medicina pero esta vez hundió el acero y se llevo la oreja.
Resulta que aquel chaval de la voltereta de Zamora, llevaba un torero dentro y mire usted por donde, sale el torero en Madrid el día de la confirmación.
Fue en el sexto de nombre Despreciado de 605 kg herrado con el nº 58. Tres tandas de derechazos de menos más, después del péndulo en el centro que abrió las bocas y encendió la caldera, naturales de verdad dieron continuidad a la faena, bernardinas ajustadas para el cierre de faena. La espada calló baja y Desparecido dobla rápido y ahí va la pañolada. Dos orejas y un gran triunfo para alguien que nunca se rindió a la adversidad.
Vicente Palmeiro