En el Día Mundial del Medio Ambiente, exponemos las seis razones por las que el toro bravo es ecología: no hay mejor animalista que un ganadero, que cuida del entorno y mantiene una raza única.
1. Raza bovina más antigua del mundo. La documentación histórica sobre la procedencia de las ganaderías permite trazar el origen del ganado de lidia en los siglos XVI-XVIII.
2. Joya del patrimonio genético español. Analizadas las ganaderías por encastes, se observa que el grado de diferenciación genética es muy superior al que hay entre las razas bovinas europeas, por lo que la raza de lidia debería ser considerada como raza de razas.
3. Guardián de la dehesa ibérica. El toro de lidia ocupa más de 500.000 hectáreas de dehesa y es el mejor protector de la dehesa ibérica al convivir en equilibrio y armonía con la flora y fauna autóctonas.
4. Crianza sostenible. Las dehesas de toros de lidia se localizan principalmente en sierra o monte, zonas desfavorecidas de la Península Ibérica más agrestes y pobres, no aptas para el cultivo y amenazadas por la despoblación.
5. Factor de fijación rural. Las ganaderías de lidia contribuyen a aumentar la población rural en zonas deprimidas, a través de la mejora de los salarios, por la necesidad de una mano de obra fija y cualificada.
6. Patrimonio cultural material e inmaterial irreemplazable. La crianza del toro de lidia y sus usos tradicionales está declarada y protegida como Patrimonio Cultural.