31/0372019 Madrid Las Ventas. Menos de un cuarto. Tarde desapacible y fría.
Novillos de José Luuis Pereda- La Desilla. Mansos, descastados y flojos.
JUAN CARLOS CARBALLO Pinchazo y dos mente/saca. Dos descabellos. Un aviso. Silencio Punchazo. Bajonazo y tres descabellos. Un aviso. Palmas.
JESUS DIEZ EL CHORLO. Pinchazo y estocada desprendida. Tres descabellos. Dos avisos. Silencio. Pinchazo y bajonazo. Un aviso. Silencio.
ADRIEN SALEC. Pinchazo y estocada trasera. Cuatro descabellos. Dos avisos. Saludos. Cinco pinchazos. Pitos.
Muy mal juego dieron los novillos del ganadero Onubense, mansos de solemnidad y de escasa fuerzas. Tan solo el que hizo tercero «Cartelón» sacó clase en la muleta. Todos barbearon, salieron sueltos, rehuyeron la pelea y se pararon o rajaron.
Otra más diríamos que fue la terna. Surgió el problema de siempre, faenas largas y tediosas, se escucharon siete avisos. Y el problema más grave surgió con los novillos que se paran y no se puede aprovechar el viaje, con lo que el toreo de carrusel dando vueltas se hace imposible y aún más la solución. Los recursos para solventar estas situaciones, «se deben estudiar el las escuelas» y debería ser una asignatura tan importante como la de torear.
Tan solo el francés que enlotó el único novillo con claridad, logró muletazos sueltos durante la faena al buen tercero, que regaló tres embestidas largas descolgando y metiendo la cara.
Esto sería el resumen de una novillada más, pero por desgracia hubo que soportar también las pésimas lidias, sobre todo en varas, dos derribos por falta de defensa a los caballos, un colocación desastrosa, un novillo que se fue a por los monos cuando ayudaban a un caballo y que no llegó de milagro y alguna otra lindeza en banderillas.
El resto por citar algo, los dos extremeños que llegan a Madrid con ocho y dos festejos respectívamente en 2018 y que se encontraron con la dificultad de tantos de los que vienen a Madrid por si suena la flauta, esa que casi nunca suena, por no decir nunca.
Vicente Palmeiro