14/04/2019 Madrid. Las Ventas. Algo más de media plaza, los del Sol estaban todos y los de la sombra esquiando que hay mucha nieve en las montañas.
Toros de Victorino Martín. Desiguales de presentación y de diverso juego.
FERNANDO ROBLEÑO. Estocada caída. Palmas. Estocada caída. Saludos-
OCTAVIO CHACON. Tres pinchazos y estocada. Un aviso. Saludos con protestas. Estocada y descabello. Silencio.
PEPE MORAL. Mete y saca en las costillas y bajonazo. Pitos. Cinco pinchazos y seis descabellos. Un aviso. Pitos.
Como bien dijo un conocido bloguero habitual en Facebook. «Victorino porque le echas agua al vino» Y es que la distancia desde aquel Marques creador del hierro hasta hoy, pasando por la buena época del que tenía de segundo apellido Andrés, se ha tornado abismal.
Un encierro soso y escaso de casta, salvo el primero, dos toros que metieron la cara sin asustar pero que aprendieron las malas artes del matador, única virtud que conserva este hierro y el resto vulgares, conformaron el sexteto.
La terna que había levantado expectación, no cumplió la premisa y unos por otros apagaron los tendidos. Y es que Madrid te da mucho pero también exige.
Robleño tuvo en su primero un toro antiguo, de presencia aterradora y de intenciones de asesino, como los de la época de Andeés. Lo probó por los dos pitones y el morlaco le enseñó lo que quería, poco dispuesto a dejarse coger, el madrileño fue breve. El que hizo cuarto, salió manso, se fue a recibir castigo a las querencias y luego dos varas más en la jurisdicción del 7. Un intento de toreo fue todo, el toro se quería marchar y el matador insistía hasta que el cárdeno se fue a las tablas rejadito.
Chacón, dejó claro que tenía ganas, nos regaló dos trasteos de recibo en ambos toros a semejanza de aquellos toreros que algunos tuvimos la suerte de conocer, al que hizo segundo le robó algunos muletazos de uno en uno, la discontinuidad de la faena avivó al tonto que dijo que hasta aquí hemos llegado. En el quinto que se lidió en sexto lugar por la lesión en una mano. El matador se perdió en las distancias y aceptó la condición del toreo de carrusel.
Moral. que tuvo lo más potable del encierro, calcó dos faenas idénticas, fuera del sitio de torear, se dedicó a aprovechar el viaje y acompañar la embestida con una figura descompuesta, es curioso que por momentos se jaleara esa forma de torear, cuando no se sabe quien torea a quien, si el torero al toro o el toro al torero. Muy mal con los aceros fue pitado en los dos toros.
Se desmonteró Jesús Romero en el pareo del 1º y nos regaló un buen tercio de varas Santiago Perez en el
Vicente Palmeiro