NUESTRO ALVARO
Enhiesto cual mástil de bandera
bicornio en mano y plumas atusadas
capa corta y golilla bien planchadas
a su Majestad, algo inquieto, espera.
Da su mano como si amigo fuera
con firmeza y templanza calculadas
seriedad y emociones controladas
atento a contestar lo que pidiera.
Breve encuentro cargado de emoción
Don Álvaro feliz en ese día
cuando un Rey demuestra su atención
por una Fiesta que en tiempos de porfía
requiere su defensa con pasión
con entereza, amor y valentía.
Por: Joaquín Marcos