Los toros volvieron a la Venta del Batán: «Los ganaderos han puesto de su parte»

18 años después, un grupo de aficionados ha conseguido reabrir los corrales para los toros que se lidiarán en San Agustín de Guadalix.

La Venta del Batán acogió este miércoles, 18 años después, la primera corrida de toros. Un grupo de locos maravillosos que es el Club Taurino 3 Puyazos llegó a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento con el proyecto de exponer los toros pagados de sus bolsillos que lidiarán el sábado que viene en San Agustín de Guadalix. Un paso delante impulsado por la afición después de la puesta en escena del acto de diciembre en el que se expusieron toros de atrezzoLos toros del próximo San Isidro sí se podrán visitar en las instalaciones de la Casa de Campo porque así lo exige el pliego.

Algunos ganaderos no se han tomado bien esta decisión por el riesgo que supone embarcar y desembarcar en más de una ocasión los toros que llevan cinco años criando. Sin embargo, para el aficionado supone un atractivo poderlos conocer de cerca antes de que se lidien, además de ser un hervidero de transmisión de conocimientos entre generaciones. El miércoles por la tarde numerosos abuelos acudieron con sus nietos al Batán. Explicaban las diferencias entre los toros de Prieto de la Cal y Peñajara que lidiarán Sánchez VaraDamián Castaño e Imanol Sánchez.

El tintineo de los cencerros se mezcla con el eco de los gritos que viene del Parque de Atracciones. El oasis de la Casa de Campo aparece entre las sirenas del trajín de Madrid. Los toros se miran desafiantes y se encampanan con la presencia del público. Lidia Menes es la mayoral de la Venta. Pide precaución. «Los toros cuestan mucho dinero y son muy delicados», explica a los curiosos que acercan a la tapia.

Lleva 33 años viviendo aquí. Ha superado junto a su familia (hija del conserje clásico de la instalación, Iluminado Menes, y hermana de matador de toros Daniel Menes) los años de actividad continuada, el cierre por la crisis de la lengua azul, el olvido de la administración, la prohibición de la escuela, ataques de menas e invasiones de okupas. Llega ahora la luz al final del túnel: la reactivación anhelada casi dos décadas después.

«Aunque lleva cerrado al público desde 2004, hasta 2009 traían algunos sobreros de San Isidro. Estamos acostumbrados a vivir con el toro, te obliga a estar siempre alerta, a pensar cómo pueden estar más a gusto en este lugar», sintetiza Menes.

APOYO DE LOS GANADEROS

Antonio Rubio, ganadero de Peñajara, observa los cinqueños que no descansan, que recorren lento el corral sin encontrar acomodo porque extrañan el espacio. «Al menos han comido -se conforma-. Es una intranquilidad porque corren riesgo pero por otro lado ves el bien que hace para el futuro de la afición. Hemos querido separarlos por edades, los cinqueños están juntos porque en el campo estaban los tres en el mismo cercado y los cuatreños igual«.

El Batán es un lugar de descanso de los toros. Recuperan los kilos perdidos en el incómodo viaje, se aclimatan a la meteorología de la zona y aprenden a manejar mejor el estrés que puede provocarles estar en un sitio diferente al campo en el que se criaron.Más en El Mundo Se le ‘rompe’ el corazón en mitad de un orgasmo a una mujerTransparencias y escotes: de Victoria Federica a Jennifer Lopez, los looks que más piel enseñan este verano

«Siendo aficionados que reivindicamos que vengan los toros al Batán era incongruente no traer los toros para exponerlos antes del festejo. Tuvimos un debate interno porque los costes de logística, seguros y seguridad se han incrementado considerablemente. Los ganaderos nos han puesto mucho de su parte, nos han dado todas las facilidades», expresa comprometido Alberto Palacios, presidente de ‘3 Puyazos’.

La iniciativa de los aficionados ha hecho realidad el esperado regreso de los toros a la Venta del Batán.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba