Más allá de las tres orejas que cortó, el madrileño dio un curso de maestría, capacidad y ambición.
por Alberto Lopera 12/01/2020 en Actualidad.
Un curso de maestría, capacidad y ambición en una gran tarde fueron las armas que exhibió Julián López El Juli en la importante encerrona en solitario que protagonizó en Manizales. Mucho más allá de las tres orejas que cortó, el madrileño dictó una lección de tauromaquia especialmente en la faena al bravo quinto, del que paseó dos trofeos, además de la del cuarto, del que cortó una oreja. La espada impidió una cosecha aún más abundante también en el sexto y el segundo, en un encierro variado de Ernesto Gutiérrez.
Las dos orejas, la corona de café y la lluvia de claveles fue el premio para El Juli en el quinto de la corrida gracias al faenón que le hizo al noble toro de Miguel Gutiérrez. La grandeza del toreo se reflejó en cada pase del madrileño, que se entregó al máximo.
Sensacional la faena en el cuarto, un toro bravo, noble y repetidor que fue premiado con la vuelta al ruedo. Temple exquisito en los pases naturales que enloquecieron los tendidos. El Juli con su mejor repertorio hizo vibrar toda la plaza al compás de los olés. A pesar del pinchazo inicial, la estocada fue completa. Unánime petición de oreja concedida por el usía.
El sexto fue la locura. Lances de capa con cadencia que se ovacionaron. Por petición ejecutó el tercio de banderillas El Juli, tres pares de poder a poder pusieron la plaza en pie. Faena de rodillas, entrega sin límites a un toro que fue perdiendo movilidad. Un pinchazo y una entera para finalizar tan importante gesta ante la ovación grande en la salida a hombros de la plaza.
Muy escaso de fuerza fue el tercero a pesar de la bondad en la embestida. El Juli estuvo entregado y sacando el máximo partido. Ligó series lentas, pero sin emoción y tampoco hubo suerte con la espada. Silencio.
Un gran toro con 522 kilos el corrido en segundo lugar, al que el madrileño toreó con la muleta muy baja en pases con la diestra, rematados perfectamente. La música acompañó a El Juli en una faena llena de emoción y torería. Una pena los dos pinchazos arriba, antes de la certera estocada, que le hicieron perder la oreja que ya tenía asegurada. Palmas.
Llenazo de «No hay billetes» en Manizales para la gesta de Julián López «El Juli» toreando en solitario seis toros de Ernesto Gutiérrez. Muy negado de bravura fue el primero con el que El Juli demostró sus deseos de triunfo al intentar ligar algunos pases al hilo de las tablas donde se refugió desde los inicios de faena. Una estocada de su marca, lo envió al destazadero. Silencio.
El señor Lopera, entre los bellos artículos que regaló a Julián omitió el de GOLFERÍA.