Apenas en los inicios de la temporada y el poderío del encaste bodeguero se hace patente.
El Sábado pasadp en: Ceheguin, Buego de Osma,Palos de la Frontera, Bocairent y Tomelloso, encartelaron toros del afamado encaste y cosecharon éxito notorio, incluso un «indulto» en Palos de la Frontera a Español de Fernando Peña.
La consecuencia de tanta presencia, castiga a otros encastes que desaparecen o tienen que cruzar fronteras y ser vendidos.
Y no se trata de boicotear a este encaste, pero sí denunciar que es en él donde se inicia la farsa del toro adaptado a las figuras, al que no se pica, el que da vueltas y aguanta sesenta o más muletazos.
Cada año taurino, vemos como ganaderías de otros encastes, reciben indigna muerte en los mataderos o se venden fuera de nuestras fronteras.
A la sombra de este fenómeno, se han tenido que acoplar encastes en un invento comercial, una serie de ellas con el marchamo de «Duras» y por consiguiente, un grupo de toreros, fuera del figurismo, para matarlas.
Los aficionados añejos que hemos vivido esta transformación, no salimos del asombro de esta desvirtual condición que transgrede el significado de la Tauromaquia, donde ha desaparecido de raíz la competencia de toreros y ganaderos. Si la verdadera esencia de la Tauromaquia es el toro emparejado con el torero, queda claro que desvirtuando las dos ramas, se acaba con la realidad y se aboca a un final.
También hay que apostar por la incipiente afición, cuya presencia reciente en las plazas les ha privado de ver épocas anteriores donde la mística tenía otra condición. De tal manera que resta importancia al toro y vuelca su preferencia con el torero y las nuevas técnicas.
En otra época que añoramos algunos, las ferias que marcaban las temporadas eran Sevilla y Madrid y era en ellas donde se forjaban gran parte de las ferias posteriores. Hoy esto ocurre en Enero en los despachos.
Esta es la situación del arranque de 2019, igual que las anteriores, con las mismas figuritas, y las sucursales bodegueras, con algunas «Duras» anunciadas y los mismo matadores para ellas.
Yo seguiré yendo a los toros, con más nostalgia pero con la misma afición a la espera de que algún toro embista y algún torero de de réplica.
Vicente Palmeiro