La Feria de Santiago cuenta con una salud de hierro. Tras una gestión encomiable por parte del consistorio ahora sale a concurso para protegerla de cualquier ataque antitaurino por la vía política.
Por Gonzalo Bienvenida
Santander es una de las mejores ferias de España. El bastión con mayor salud del norte. Una plaza de segunda categoría con una feria tan extensa como llena de alicientes para los aficionados. Una gestión impecable en los últimos años por parte del propio ayuntamiento y su Consejo de Administración: cada año más entradas vendidas, mayor impacto económico para la ciudad y una feria colmada de contenido artístico en el ruedo. El coso de Cuatro Caminos sale ahora a concurso. El adjudicatario tendrá que pagar un canon de 60.000 euros más IVA, aunque los licitadores pueden incrementar dicha cuantía en su oferta. Gema Igual, alcaldesa de Santander, explica a EL MUNDO los motivos de este concurso y el fin último del mismo: Blindar la tauromaquia en la capital cántabra.Con un modelo de autogestión que tan buen resultado ha dado en Santander,
¿Por qué se decide sacar la plaza a concurso?
Para blindar la feria taurina en Santander por su arraigo en la ciudad, por su contribución a mantener el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico de una plaza de toros más que centenaria y por su repercusión económica, especialmente en sectores como el comercio y la hostelería que tienen un gran peso dentro del tejido empresarial local.
¿La amenaza a la fiesta viene por determinados grupos políticos?
Es muy sencillo de entender: En el Ayuntamiento hay 27 concejales con diferentes sensibilidades respecto a los toros y no queremos poner en riesgo la posibilidad de su desaparición, al no contar con la mayoría suficiente que garantice su continuidad.De esta forma, y con el panorama político con el que contamos, decidimos sacar un alquiler de la plaza para la celebración de la feria taurina al objeto de garantizar la pervivencia de la Feria de Santiago y que los aficionados y las peñas puedan seguir disfrutando de ella con la mejor calidad.
¿Puede verse perjudicada la calidad de los carteles de la Feria de Santiago al entrar los intereses propios del negocio taurino?
Contaremos en Santander con las primeras figuras del toreo y ganaderías de prestigio sin incrementar los precios, porque así lo hemos fijado en las condiciones.
¿Este nuevo modelo de explotación de la plaza puede generar más ingresos directos al Consistorio?
Lo que va a propiciar es mantener la calidad de la Feria de Santiago como cita ineludible a nivel nacional. No es una cuestión de ingresos, sino de calidad, nos debemos a la afición y a las peñas y debemos ofrecer los mejores festejos. Por eso buscamos el mejor cartel y no la rentabilidad.¿Qué ocurre ahora con el Consejo de Administración de la Plaza de Toros?
¿Qué papel pasa a ocupar?
El Consejo de Administración se ocupará de valorar las ofertas y elegir la mejor, además de llevar un control férreo tanto a la hora de establecer las condiciones del arrendamiento como el cumplimiento de las mismas, protegiendo al personal de la plaza y buscando siempre el interés de los abonados y aficionados, así como de la propia ciudad.
¿Considera que la Feria de Santiago puede salir reforzada con este nuevo sistema de organización de sus festejos taurinos?
Por supuesto que sí, puesto que se trata de protegerla y garantizar su continuidad. Es más, gracias a ello, los toros seguirán formando parte de las alternativas que ofrece Santander durante el período estival y continuarán apuntalando el éxito de su Semana Grande.
¿En el concurso. se premiará al empresario que oferte otro tipo de espectáculos más allá de los toros?
No. Con esta medida se protege la Feria de Santiago para seguir garantizando su celebración con las máximas cotas de calidad, y por ello se ha optado por un alquiler por un plazo muy limitado y no por una concesión del uso de ese espacio durante todo el año. El contrato de alquiler es exclusivamente para el desarrollo de la Feria de Santiago con el plazo máximo de un mes y no comprende ningún otro uso de la plaza.